• La música andina invadió cada rincón de Valencia Caficultura.
  • Cafetería propone agenda cultural para dar a conocer a los artistas locales.

Texto y fotos de Luz Mariana Rodríguez Alvarado / Torreón, Coahuila.

Visitar esta cafetería es una experiencia llena de sensaciones que estimulan los cinco sentidos, tan solo con cruzar el umbral, te inunda una mezcla de olores: café, canela y lavanda. Se escucha música ambiental y el bullicio de distintas voces de fondo, todo mientras una luz cálida acoge a los amantes de las desveladas y el café.

En un pequeño escenario rodeado por pinturas, al centro de la cafetería se encuentra Miguel Amaranto, un músico y escritor oriundo de Oyotún, un distrito en la provincia de Chiclayo en Perú. Miguel Amaranto de mediana edad, cabello negro rizado y un semblante serio en su rostro habla a su púbico desde un micrófono y empieza a narrar una pequeña historia: El origen de esta canción se remonta a…, seguido por la melodía interpretada, por lo que a simple vista parece una flauta, pero en realidad se le conoce como quena, un antiguo instrumento de viento usado de modo tradicional por las tribus andinas centrales.

Conforme avanza la noche, la dinámica se repite, Miguel habla a través del micrófono: “A esta melodía se le conoce como Yma Súmac y habla de la primera mujer latinoamericana en contar con su propia estrella en el paseo de la fama”, seguido por su interpretación musical.

Así con clásicos como: El cóndor pasa, Moliendo café o la Bikina, el canto de la quena acoge el ambiente de Valencia como una suave caricia de viento al oído. Un flautista de Hamelin de carne y hueso. Al preguntarle a Miguel por esta dinámica en su espectáculo contesta: “A mí me gusta mucho la historia, de hecho, también soy escritor y me gusta sembrar en las personas la curiosidad, las ganas por conocer más allá de lo que nos cuentan, porque una vez que partes de algo investigas y eso te lleva a otra cosa y eso a otra”.

Miguel Amaranto, un músico y escritor oriundo de Oyotún, un distrito en la provincia de Chiclayo en Perú.

Miguel nos narra respecto a sus inicios en la música: “Mi papá estudió educación y llevaba una materia en la que le pedían tocar la quena, de esas hechas con un tubo de PVC, ahí me llamó la atención, después cuando llegué aquí a México hace aproximadamente veinte años, empecé a practicar yo sólo, buscando en Internet las notas y cuando me di cuenta, ya tenía un repertorio de canciones hecho”.

Finalmente, Miguel nos comparte su objetivo en este tipo de espectáculos: “Quiero que la gente sienta la música, pienso que la interculturalidad es importante para borrar prejuicios que pueden existir incluso entre los mismos latinoamericanos, a final de cuentas todos somos lo mismo, compartimos el mismo folklor”.

Miguel también se dedica a la escritura y actualmente cuenta con seis libros publicados: “Más allá del sueño”, un libro de poesía romántico-erótica; “Subterráneo sur” un libro que habla de la violencia en La Laguna hace unos años; “Cenizas” la continuidad de Subterráneo sur y “El ladroncito de soles” una colección de cuentos y finalmente una novela corta de nombre “La última cena”.

Cada miércoles Valencia Caficultura abre sus puertas a los artistas regionales con nuevas propuestas, a cargo de la coordinación de estos eventos se encuentra Jenifer López: “Hay mucho talento aquí en La Laguna, es una característica muy particular del creativo local, a final de cuentas somos de un desierto y las condiciones te impulsan a crear lo que falta, vencemos las adversidades”.

 El ambiente que se respira en Valencia envuelve las noches con arte de fondo: “Mi idea de acercar la cultura a un espacio de encuentro social, es hacerlo de una manera muy relajada, que sea diferente a un espacio más formal como una galería o un teatro, que a veces te impide crear conexión con las obras. Quizá la atención no está al cien por ciento, pero ya se está dando a conocer el género, el instrumento. Hacen mucha falta proyectos paralelos para crear un público cultural”.

En Valencia la agenda implica invitar músicos a tocar, así como a artistas a exponer sus obras “A veces cuando presentamos un género no tan conocido hacemos una charla previa a la presentación del miércoles para entender lo que el artista quiere decir”.

 En palabras de Jenifer “La cultura tiene mucho poder, a través de esta podemos cambiar mentalidades y eliminar prejuicios, por lo que nos interesa tanto generar este espacio”. Al salir de Valencia, el frío te golpea acompañado de la oscuridad del periférico Raúl López Sánchez, no te queda de otra más que girar la cabeza y ver esos enormes ventanales de cristal emanando luces cálidas, risas fuertes y olor a café.

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