- Se pronostica que para el 2033 el periódico impreso desaparezca en México.
- La llegada de las nuevas tecnologías y el Internet, condenan al periódico impreso.
Por Luz Estefanía Hernández Martínez y Daniela Ruiz Mota / Torreón, Coahuila.
Libros, revistas, periódicos, historietas, páginas de Internet, foros o blogs, en soporte físico o digital, es un hecho que cada vez leemos menos. En México, de 2016 a 2022, se registró un decremento del 9% respecto a la población alfabeta mayor de 18 años que es lectora; el 80.8% se convirtió en 71.8%, según el Módulo Sobre Lectura (MOLEC) del INEGI. De ese total apenas el 33.9% lee el periódico.
En La Laguna, los lectores del periódico son fieles al que se proclama como el defensor de la comunidad, un diario con cien años de historia y contando.
“Mi papá leía El Siglo, y desde hace 48 años yo también lo compro todos los días”, comparte José Luis Hernández Méndez, lector.
Se llama El Siglo de Torreón, pero en realidad es de toda La Laguna, de todos los laguneros. Las fotos de las bodas, de las quinceañeras, de los recién nacidos, de los juegos del Santos, de los conciertos, las noticias de los accidentes, de los políticos, las condolencias para las familias de los fallecidos son cientos de historias que los periodistas de El Siglo han recopilado y publicado durante 100 años.
Hace un siglo que Don Antonio de Juambelz y Bracho, y Joaquín Moreno sentaron las bases de lo que sería el periódico defensor de la comunidad. Un diario caracterizado por un periodismo libre, que diera a conocer el acontecer de la Comarca Lagunera, y que desde el 28 de febrero de 1922 no hay un solo día que haya dejado de producirse.
En las instalaciones de El Siglo, en el centro de la ciudad de Torreón, se encuentra la redacción, el corazón del periódico. Un gran espacio en el que se encuentran distribuidos los escritorios y las computadoras, en las que se sientan los reporteros a escribir, los editores que revisan la información, los diseñadores que acomodan la información, y ahora también los que manejan la edición digital y las redes sociales del diario.
Las paredes se adornan con pantallas que transmiten los noticieros más importantes del país, y las tendencias que ocupan el Internet. Del otro lado, se contempla una cenefa hecha con las portadas más importantes de la publicación. Y enfrente, el set de grabación de los programas hechos para Siglo TV.
Cuando es cerca de medianoche, y los jefes han aprobado y cerrado la edición, es cuando finalmente se manda a imprimir el periódico. Después de bajar las escaleras hacia lo que pareciera ser un sótano, se empieza a intensificar el sonido de las máquinas y el olor a tinta. Finalmente te encuentras con la prensa, trabajando en su máximo punto, el papel blanco entrando por un extremo y por el otro el periódico terminado.
Pero antes de pasarse por papel, en un proceso al que llaman preprensa, las planas del periódico se imprimen mediante láser en láminas de aluminio, que se colocarán en la prensa para que la impresión se genere a modo de una copia. El papel que utiliza para imprimir El Siglo, es papel bond de 45 gramos de 51 y 29 cm de longitud. La materia prima son unos rollos enormes de alrededor de 300 kilos, y en un tiraje promedio se suelen utilizar de 6 a 8 rollos, es decir, más de 2,000 kilos de papel.
Mismo que pasa por cada unidad de la prensa donde se imprime color por color, existe una unidad para el amarillo, para el azul, para el rojo y otra para el negro. Está programada para realizar cortes exactos a los 57.78 cm de largo, que luego doblará y saldrá el producto impreso a través de unas bandas, donde los encargados de las consolas revisarán la alineación del color y la calidad de la impresión.
Cuando regresan el producto a las bandas, esas llegan hasta el centro de distribución, donde se cuentan y amarran determinados números de ejemplares y se les asigna una nota con el lugar de destino, hacia donde van para su venta al público en la mañana siguiente.
Hace algunos años los ejemplares impresos de El Siglo, se terminaban a primera hora de la mañana. Actualmente todavía es posible encontrar la edición del día, e incluso la anterior hasta en la noche. Las dinámicas han cambiado, y son las generaciones mayores las que compran el papel.
El consultor estadounidense Ross Dawson estimaba que el último periódico impreso en Estados Unidos saldría en 2017, sin embargo Mark Thompson exconsejero del New York Times, estimaba en 2020 que la edición impresa del NYT todavía se podría seguir generando durante unos 15 años más. Para México el pronóstico apuntaba hacia 2033, con la aclaración de que el periódico impreso se extinguiría primero en las áreas metropolitanas.
Pero como hacía mención Raúl López Parra, comunicólogo egresado de la UNAM, en su artículo titulado: ¿Está muriendo el periodismo o los periódicos? Publicado en la Revista Mexicana de Comunicación: “Antes como ahora lo que sigue vigente es el periodismo. No importa el formato, la aplicación tecnológica o la red digital que se elija para distribuir la información; importa que los periodistas comprendan que lo que los mantendrá vigentes, es justamente hacer buen periodismo”.
No solo se trata de generar contenido para Internet, ni de adaptar dos o tres párrafos para la versión Web y las redes sociales, se tiene que desarrollar el periodismo. Ese que ha llevado a El Siglo de Torreón a ganar dos veces el Premio Nacional de Periodismo en el año de 1976 y 1992, y juntos El Siglo y La Laguna, reconocer el trabajo periodístico que se realiza en la región.
“Hay que valorar lo que es el ejercicio del periodismo lagunero, que ya tiene mucho tiempo, y del que ya ha habido más de cinco generaciones de periodistas, hablar de Miguel Ángel Ruelas o de Higinio Esparza, laguneros que marcaron formas y estilos en el periodismo”, comentó Hugo Castro, excolaborador de El Siglo de Torreón.
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