● Durante el homenaje, se observaron expresiones conmovedoras de solidaridad y apoyo entre los asistentes, creando un ambiente cargado de emociones y respeto.

● Johan Martínez, presidente del colectivo ‘Mente Libre’, enfatizó el logro de Ociel en materia de Derechos Humanos.

Silvana Ocon Miramontes/ Torreón, Coahuila.

Con emotivos discursos de despedida, el encendido de veladoras y la colocación de carteles en forma de protesta, el pasado 13 de noviembre, la Plaza Mayor de Torreón fue testigo del homenaje a Ociel Baena. Personas de diversos colectivos de la comunidad LGBTTTIQ+ se reunieron para honrar la memoria de Ociel, primer magistrade en Latinoamérica.

Ociel Baena, a quien se le reconoce por su valiosa contribución al ser de las primeras personas en obtener la credencial electoral y el pasaporte para personas no binarias, fue recordado no solo por sus logros, sino también por su dedicación y lucha constante a favor de los derechos de la comunidad.

 Johan Martínez, presidente del colectivo “Mente Libre”, expresó que: “Para la comunidad LGBT+ fue un logro triunfal todo lo que llegó a hacer, ya que por nuestras disidencias sexuales se dice que no podemos llegar a ocupar ese tipo de puestos y que elle llegara con toda autoridad y su forma única de ser fue lo que le destacó”.

La emotividad del momento se vio resaltada por las expresiones de solidaridad y apoyo que surgieron entre los asistentes, creando un ambiente de unidad y respeto. En un momento conmovedor, resonaron gritos en el último pase de lista, donde, junto con el nombre de Ociel, se mencionó también el de su pareja, Dorian Herrera.

Estos gritos, llenos de sentimiento, fueron una forma de recordar la presencia del magistrade, también de afirmar la continuidad de lucha. Al igual que Johan, Paola Valentina, presidenta del colectivo Red Trans Laguna, compartió: “Les pido mucho que entiendan la palabra respeto porque somos personas y el respeto siempre tiene que existir de una persona hacia otra. No somos de otro planeta, somos iguales y debemos de apoyarnos entre todos”.

El homenaje a Ociel, no solo fue un tributo a un líder y defensor incansable de los derechos de la comunidad LGBT+, sino también una manifestación de la fuerza y la unidad que se pueden alcanzar cuando el apoyo es mutuo. A medida que la comunidad se despidió con emotivos gestos y palabras, quedó claro que Ociel no solo dejó un legado de logros tangibles, sino también un recordatorio de que la lucha por la igualdad es una tarea continua.

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