De viajes y viajeros

Acompáñame al año 1998, en el que se estrenó Hércules de Disney, El show de Truman, Patch Adams, donde nos movíamos al ritmo de las canciones de Spice Girls, Back Street Boys, Natalie Imbruglia o Ricky Martin con la Copa de la Vida, también ese año James Cameron se llevó 11 de 14 Óscares por la película Titanic, pero entre todas esas manifestaciones artísticas, surge también una película de la cual quiero hablarles hoy: Más allá de los sueños.

Esta película es una de mis favoritas, por los temas que toca y también por la estética que se desarrolló para llevarla a cabo. Cuenta con la actuación de Robin Williams y Anabella Sciorra, y lo bonito de esta película es que conlleva varios viajes dentro de sí.

Así asistimos al primer encuentro de Chris Nielsen con Annie Collins en un lago hermoso, donde cada uno va navegando en un bote de vela, y de pronto a Chris le llama la atención la mascada roja de Annie, se conocen y descubren que son almas gemelas, se casan y tienen dos hijos. La vida pintaba de lo mejor para estos dos, la artista y el pediatra, los novios eternos. De pronto en un giro cruel del destino, ninguno de los dos puede llevar a sus hijos a la escuela y los envían con la nana, los tres fallecen en un accidente automovilístico.

Sobra decir que, con este primer giro de la historia, asistimos a los sentimientos de desesperación y depresión de Chris y Annie quienes tratan de sacar fuerzas de flaqueza para continuar con sus vidas, aunque a Annie le cuesta más trabajo, tal vez por ser artista y tener los sentimientos a flor de piel, su depresión es tal que es internada en un hospital psiquiátrico, donde intentan ayudarle a superar ese dolor.

Tiempo después, más recuperada monta una exposición, pero le faltaba una pintura especial que había dejado en casa, así que llama a Chris para pedirle que le lleve la pintura. Mientras Chris se dirige al recinto de la exposición, hay un accidente en un túnel, y él como buen médico se dirige a apoyar, con tan mala suerte que un coche le cae encima, lo deja muy malherido y finalmente muere.

Aquí es donde empieza el viaje de Chris entre la tierra y su paraíso personal, intenta comunicarse con Annie, no se da cuenta, o no quiere darse cuenta que ha muerto, cada vez que se acerca a su esposa la sume más en la depresión y en la desesperación, hasta que al fin, se resigna a que ha muerto, y empieza a “vivir” en un cuadro que había hecho Annie, donde había plasmado el lugar al que ambos irían cuando se jubilaran.

La película ganó el Óscar a mejores efectos visuales, pues ese paraíso de Chris no es sino una pintura de Annie, y mientras va descubriéndose ahí, se mancha de óleo y se da cuenta poco a poco que esta es su nueva realidad, un perrito de la familia le da la bienvenida y de pronto tenemos la certeza de que “todos los perros van al cielo”.

Mientras Chris descubre los rincones de su nueva realidad, Annie se deprime cada vez más hasta que finalmente, decide quitarse la vida en un momento de desesperación y dolor absoluto. Cuando Albert le transmite a Chris la noticia de que Annie ha muerto, Chris se alegra por un momento pues piensa que volverá a verla, sin embargo, Albert le dice que al haberse suicidado no irá al paraíso sino a otro sitio más tenebroso, y de dónde no podrá salir.

El segundo viaje de Chris se convierte en una búsqueda un poco desesperada de su esposa, con la intención de salvarla, a pesar de que el rastreador que lo acompaña a aquellas esferas del infierno le ha dicho que será imposible, que solo podrá despedirse y si se queda demasiado tiempo perderá la razón, asistimos a lugares donde impera la desesperación, cuerpos desnudos que flotan en un mar de indiferencia, rostros que apenas se mantienen a flote entre desesperación y desesperanza.

De pronto Chris ve a Annie e intenta alcanzarla, cuando cae a un vacío en el que ve su casa destruida, y de cabeza, y encuentra ahí a una Annie acongojada, sufriendo, sin saber si ha muerto. Él guiado por su amor va a su lado, intenta hacerla recordar su vida juntos, le dice algunas cosas que le había dicho en vida, en una fecha clave, cuando estaban por divorciarse. Le dice que prefiere una vida en el infierno junto a ella, que una en el paraíso solo. Cuando recién está a punto de perder la razón, Annie de pronto reacciona, lo ve, lo reconoce y le pide que no se rinda, pero al parecer lo ha perdido para siempre.

Sin embargo, como esto es una película, lo siguiente que vemos es a Annie y Chris en el paraíso de pintura, y de pronto sus hijos se unen a ellos, y vuelven a ser una familia feliz, aunque no están satisfechos del todo y Chris y Annie deciden regresar a la tierra nuevamente, y siendo niños se vuelven a encontrar, dejando así abierta la posibilidad de la reencarnación.

Esta película trata temas delicados, la vida, la muerte, la desesperación, la depresión, el suicidio, la existencia del cielo, el infierno y la reencarnación, sin embargo, no trata de aleccionar a nadie, no trata de hacer que cambies tu perspectiva de esos temas, simplemente viste de belleza temas tan sensibles y habrá más de uno, que al verla no pueda reprimir por momentos alguna lágrima y está bien.

Lo mejor que puede hacer una obra artística, es llevarnos a viajar a su universo, tocar nuestras fibras sensibles y cuando “cae el telón” o los créditos, devolvernos a nuestra comodidad cotidiana, habiéndonos transformado un poco.