Danzas decembrinas; Matachin, de pluma y Azteca

• Todas las danzas acompañan a una festividad de carácter religioso y popular.
• Acompañan a los peregrinos de la Guadalupana y a las reliquias después del 12 de diciembre.

Texto y fotos de: Nathalia Mena Vázquez/ Torreón, Coahuila.

En el corazón de la devoción cultural de los mexicanos, existen formas distintas de danza, pero de las más representativas en la Comarca Lagunera son: los Matachines, la danza Azteca y la danza de Pluma, celebradas a lo largo de los siglos, estas danzas sagradas son tradiciones arraigadas que evolucionaron y se adaptaron, fusionándose con las cambiantes capas de la historia mexicana.

Conmemorando las fiestas decembrinas, las danzas acompañan las peregrinaciones hacia los santos, que en este caso es a la Virgen de Guadalupe. Las peregrinaciones tuvieron lugar a partir del 22 de noviembre hasta el 11 de diciembre de 2023, aunque las danzas terminan su recorrido acompañando los rosarios y reliquias hasta el día 12 de diciembre.

Desde los tiempos inmemoriales, los Matachines han sido la danza de la victoria, un tributo a la fusión de dos mundos. Cada movimiento coordinado y cada vestimenta vibrante, narran la historia de un México que se forjó en la intersección de dos culturas, rindiendo homenaje a la diversidad que caracteriza a la nación.

La danza Azteca, por otro lado, se sumerge en rituales ancestrales, conectando a los danzantes con lo divino y preservando una conexión con las deidades veneradas por los aztecas desde tiempos prehispánicos. Mientras tanto, la danza de Pluma, enraizada en la espiritualidad y la fertilidad de la tierra, busca la bendición de una cosecha abundante, fusionando la fe con la conexión del campesino con la naturaleza.

Andrea Díaz Arteaga, líder de danza tipo matachín declaró: «Cada paso que damos en los Matachines es un homenaje, una celebración de nuestra herencia indígena y una expresión de agradecimiento por la protección divina”.

 La danza de los Matachines, es rica en movimientos sincronizados y vestimenta llamativa, encarna una fusión única de elementos indígenas y europeos.

La danza Azteca, tiene sus orígenes desde los aztecas, en honor de sus dioses, pero después de la colonización, se unieron para adorar a un solo Dios, con sus enormes trajes adornados con plumas y movimientos con enjundia, es más que una exhibición artística.

La titular de la danza de la Parroquia de San Pedro Apóstol, de tipo Plumas declaró: “Es un agradecimiento muy grande, son alabanzas a nuestra madre por todos los beneficios por estar con nosotros”, mencionó además que su emoción comienza desde los ensayos y desde la organización.

Hilda López Hernández, danzante de la Parroquia de San Pedro Apóstol, expresó el sacrificio físico que implica para ella realizar esta ofrenda y alabanza a la virgen: “Para mi significa la fe, yo le debo mucho, por la intersección que tiene la virgen a nuestro señor, porque le he pedido mucho y yo dije que voy a danzar hasta que mis piernas ya no aguanten, voy a dejar de danzar, para agradecerle todo lo que ella me ha dado”.

Jesús Gael, líder de danza de tipo Pluma declaró sobre su principal inspiración y devoción hacia la virgen de Guadalupe: “Vengo de familia de danzantes, yo desde los 3 años soy danzante, sé la danza de la pluma, matachín y de carrizo, la inspiración es tu emoción y que lo lleves en la sangre, es muy importante que te apasione”, declaró que en su danza utilizan diversos instrumentos para acompañarla, como: teclado, violín, tambora. La danza de Pluma, con sus símbolos coloridos y movimientos gráciles, simboliza la conexión entre el campesino y la tierra.

Sin duda los diferentes tipos de danzas mexicanas representan la riqueza cultural de nuestro país, cada movimiento, cada atuendo, cuenta una historia que abraza la espiritualidad, la historia de sus pueblos y la conexión con la tierra. A través de estos bailes sagrados, continúa preservando su legado con devoción y gratitud.