- Esmeralda Aragón nos invita a reflexionar acerca de los feminicidios.
- La obra aborda la historia y cultura de nuestro amado México.
Paulina Favela/ Torreón, Coahuila.
El 18 de noviembre de 2022, en el Teatro Nazas, desde Oaxaca para Torreón, se presentó una obra que no solo radica en contar una historia; en la perspectiva de una mujer, es un grito de protesta hacia el mundo.
En el escenario solo se podía contemplar una hamaca blanca y una solitaria silla en el centro. Al bajar las luces, invadió una incertidumbre de lo inimaginable; una mujer de pelo largo y vestido sencillo, llenó el imperturbable silencio, con un muy característico acento oaxaqueño.
Con sus múltiples historias, un encanto sin igual y unas bromas de las cuales ni el público se pudo librar, Esmeralda Aragón (Productora, directora, escritora y dramaturga) logró captar la atención de todo el público, son sus dotes actorales las que hechizaron a los laguneros, contándonos historias de su tierra natal.
“El Coyul” nos expresa, no solo su historia cultural o tradicional, sino que, a través de diferentes situaciones, nos damos cuenta de la inestabilidad que tienen los pueblos pequeños, casi olvidados por los gobiernos, en nuestro querido México.
Una prueba de ello son los feminicidios, esta obra también nos hace reflexionar acerca de esta situación que tanta lacera al país y a sus mujeres.
Nos comenta Esmeralda Aragón su propósito y su pensar: “Es para mí, una obra de protesta. Para denunciar, sobre todo, los feminicidios que han sucedido en mi comunidad. Las ausencias y omisiones del gobierno, porque no hablo solo de la falta de mujeres producto de asesinatos, también me refiero a la desaparición de árboles, de lengua, convivencia, acercamiento, salud, de mirarse a los ojos. Cosas que de pronto el celular nos ha estado arrebatando, es este término que yo utilizo La modernidad ha venido a desbancar todo esto”.
Aún con el mensaje tan claro y preciso de la obra, la Oaxaqueña nos deja abrumados a los espectadores y con un muy alegre y vivaz “La fiesta no termina”, llamó a quien quisiera subir al escenario abriendo botellas de cerveza, bailando y cantando en completa alegría. “El público participa, se convierte en mi familia. De alguna manera, el público representa la comunidad”, concluye la artista.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!