•La maestra Irene Rojas explicó el significado de la psicoterapia, lo que abarca y sus diferencias con la psiquiatría, así como los tratamientos alternativos.
•Se invitó a los padres a tomar decisiones inteligentes a la hora de buscar ayuda psicológica para sus hijas e hijos, pensando en sus necesidades específicas.
Samir Jaidar Rodríguez / Torreón, Coahuila.
Durante la noche del pasado martes 23 de mayo, se llevó a cabo la última escuela para padres del semestre de la Secundaria «Dr. Federico Gómez Santos, impartida por la maestra y coordinadora de Psicología en UAL, Irene Rojas, con el tema: “Consideraciones para la adecuada elección de un servicio psicoterapéutico”.
Ya con varios padres de familia dentro del Gimnasio Auditorio de UAL, la maestra Irene Rojas subió al escenario en punto de las 7:30 para comenzar con su plática. Lo primero que se dio a la tarea de explicar, fue que la finalidad de la junta era para dar los lineamientos a considerar a la hora de buscar apoyo psicológico para adolescentes, seguido por la definición de la palabra psicoterapia.
«Nada suple una terapia profesional, es la intervención de un profesional de la salud que nos da un buen diagnóstico y tratamiento para poder tener equilibrio físico y mental, esto junto con el acompañamiento», comentó la maestra, después de aseverar que la psicoterapia no puede ser reemplazada por tratamientos alternativos como la terapia con imanes o aromas, al ser estos sólo facilitadores en el proceso de sanación psicológica guiada por un profesional. Otra cosa importante que se mencionó al respecto fue que la psicoterapia no elimina malestares, sino que enseña a lidiar con ellos, a diferencia de lo que muchos “coaches” de salud mental hacen al ocultar los síntomas de la gente”.
Irene Rojas hizo especial énfasis al decir que un verdadero terapeuta debe saber si va a hacer más daño que bien con los métodos que va a elegir, y es que muchas veces, los pacientes no necesitan acudir a la psiquiatría en primera instancia, sólo necesitan de acompañamiento y guía de un psicólogo que les ayude a gestionar sus emociones.
«Si conocemos a nuestros hijos podremos identificar muchas cosas y cambios de humor anormales, si duran más de una o dos semanas con ese cambio, algo está pasando y es que, si ese malestar nunca se va, ¿qué puede suceder?», dijo la maestra, agregando que el psicólogo no puede suplir la autoridad de los padres, sino que deben complementarse.
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