SÁBADO DE LUCHA EN LA ARENA CAMPEONES

• La clasificación de luchadores exóticos, hacen brillar a la cartelera.
• Las familias enteras acuden a este espectáculo.

Por Luz Hernández / Torreón, Coahuila 

Eran pasadas las siete de la tarde, cuando se escuchó: “lucharán a dos de tres caídas sin límite de tiempo” … y que resuena la campanilla del ring a través de las bocinas de la Arena Campeones.

La afición está tranquila todavía, algunos apenas van llegando y agarrando sus lugares en las sillas alrededor del cuadrilátero, entre ellos se pasea el señor que vende las máscaras, el de la cheve y los niños que regresan corriendo de saludar a los luchadores. 

Fotos de: Liliana Ramírez Castillo e Ingrid González Acevedo.

Black Gojira y Marvel se enfrenta a Chico de Barrio y Blue Rocket Jr. a golpes de afecto. Sí, sí, sí, entre cada llave y castigo, una nalgadita para que no le duela. Pobre de Black Gojira además de los cariñitos también se llevó varias mordiditas de nalga de parte de sus contrincantes. Lo importante de esta lucha no fue quienes ganaron las dos de tres caídas marcadas, sino el gran beso que enloqueció a la afición entre Chico de Barrio y Blue Rocket Jr. 

La gente ya estaba a la expectativa de la siguiente lucha. Dos porras ya se encontraban situadas a contra esquina del ring, con tambores, trompetas y celulares para grabar el momento exacto en el que salieron Zafary, Kioky, Miss Guerrera, Lady Shadow, Reina Salvaje, Mitzari y las campeonas Red Queen y Misteriosa. 

En esta lucha de todas contra todas, la porra enloquecía cada vez que las luchadoras volaban entre las cuerdas y peleaban a puño limpio frente a las filas de los asistentes. Una tras o otra, fueron eliminadas todas las contendientes por Miss Guerrera y Lady Shadow que se erigieron como las ganadoras indiscutibles.

“La lucha es un deporte de mucho contacto, de mucha fuerza y lo tienen muy enfocado en la cuestión masculina, sin embargo, nosotras hemos venido a romper todos estos estereotipos, nos preparamos día con día para dar un mejor espectáculo. Yo quiero que se hable de Zafary profesionalmente, yo quiero que hablen de la mujer luchadora y que se lleven un buen sabor de boca de cada una de mis presentaciones”, comentó Zafary respecto a la importancia de la lucha femenil.

La noche seguía avanzando y el reloj marcaba casi las 9 cuando entre de entre el humo salieron Emperador Azteca Jr., el Enfermero del Mal y Urban-X que se enfrentaron a Masivo, Platino Kidd y el luchador exótico la Fashion.

En medio de las acrobacias de todos los luchadores que volaron sobre la tercera cuerda hasta el piso y en las que se vieron involucrados hasta los árbitros, quién se llevó la noche fue la Fashion, porque además del sensual baile que le regaló a un espectador o su propia figura de acción que le entregó una gran fan, fue el que rindió al Enfermero del Mal para darle el triunfo a su equipo.

“Soy aficionada desde los trece años y vengo cada fin de semana. Mi momento favorito de hoy fue que me autografió la Fashion mi figura de él y nos tomamos la foto», compartió la señora Cecilia Ramírez, fan del luchador exótico.

Todas las personas en la arena estaban esperando el gran momento culminante de la noche, la lucha estelar con la aparición de los Siniestros contra los Terrores de la Muerte. 

Charly Montana, Dark Saint y Ritual, la tercia campeona que se hacen llamar los Siniestros, dieron un combate de mucha técnica contra Terror Negro I y II junto al Hijo del Imperio, en el que también hubo golpes con sillas, bandejas, máscaras rotas, sangre y lesiones que tuvieron que atender los paramédicos. 

La polémica no se hizo esperar tras la rendición que le dio el triunfo a los Terrores del Mal. Charly Montana reclamó al árbitro y exigió una revancha que los Terrores contestaron con una lucha para apostar el campeonato de tercias. 

Con la promesa de la revancha comenzaron a salir de la arena los niños que entre cada lucha se subían al ring a brincar y los papás que se acercaban con los luchadores para tomarles fotos con sus hijos, así como los aficionados enmascarados que posaban para las cámaras.