• Los alumnos de tercer, quinto y séptimo semestre de la licenciatura en Optometría de la UAL realizaron exámenes visuales a más de 200 alumnos de nivel primaria.
  • Los alumnos rompieron su propio récord en exámenes visuales, el último registro de exámenes visuales de los alumnos de optometría fue de 100 a 150 pacientes.

Ana Carmen / Torreón, Coahuila.

Este martes, en punto de las 9:00 horas, alumnos de la licenciatura de Optometría de la UAL dejaron la universidad para emprender una nueva campaña de salud visual en las instalaciones de la Escuela Primaria Urbana “Profr. Alfonso N. Urueta Carrillo, ubicada en el Ejido la Rosita, una escuela primaria en situación vulnerable que reúne a estudiantes de bajos recursos y en parentesco con algunos ingresos en el Centro de Readaptación Social de Torreón – mejor conocido por sus siglas como CERESO-.

Esta actividad social, fue dirigida y coordinada por la licenciada Ramona Rodríguez Villanueva y por la maestra Ariana Aguilera, ambas docentes de la universidad, con la finalidad de dar lentes graduados y atención de salud visual a los niños que lo requirieran.

Con anterioridad, miembros del grupo “Líderes de La Laguna”, se habían adentrado a la escuela primaria con una campaña de reforestación, donde se obtuvieron resultados bastante factibles y gracias a la respuesta de los alumnos, se llegaron a acuerdos para poder seguir adelante con más campañas en beneficio a la comunidad, dadas las necesidades de atención médica que los menores presentaron. Ante esta situación, los alumnos de la carrera de Optometría de la UAL comenzaron a organizar la logística para la movilidad y eficiencia de la campaña visual, fomentando así el trabajo en equipo y el servicio a la comunidad.

Las revisiones visuales tuvieron una duración de 5 horas, donde se pudieron revisar a 220 alumnos en edades de entre 6 y 10 años, los cuales obtuvieron revisión y diagnóstico personalizado a las necesidades de cada uno de ellos.

Para este proceso, se llevó a cabo el siguiente protocolo: principalmente, se organizaban a los alumnos y eran llevados a las afueras de dos aulas (previamente equipadas y organizadas por los mismos alumnos), después se dirigían a la primera estación para una revisión de agudeza visual, en este apartado, los niños que requirieran de más especialización pasaban a una segunda estación, donde se direccionaba hacia el proceso sensorial y binocularidad, si llegaban a arrojar resultados de agudeza visual menores a 20/30 pasaban a la siguiente estación denominada refracción, donde se denominaba la graduación del menor y los diagnósticos en general.

La licenciada Ramona Rodríguez, quien a su vez es la encargada de las campañas de todos los viernes de los alumnos de optometría, comentó: “Hay mucho astigmatismo e hipermetropía, nos sorprende, por lo general, somos una comunidad de miopes, pero ahorita en los niños por el uso de dispositivos electrónicos, por estar tanto tiempo enfocados de cerca, se presentan este tipo de situaciones, que son más bien difusiones de todo su sistema binocular”.

Y ante la problemática, aconsejó y recalcó la relevancia del uso de la regla 20/20/20, que consiste en que cada 20 minutos la persona que use el dispositivo electrónico va a ver un objeto a 20 pies de distancia durante 20 segundos y después hacer alguna actividad de gimnasia visual, para el desenfoque, además de las valoraciones visuales preventivas mínimas de una vez al año (más si se tiene un antecedente de mamá o papá con alguna problemática visual) “la atención visual, no tiene precio, podemos adquirir un buen lente con un buen  filtro a un precio muy accesible para toda la comunidad”, argumentó.

Al momento de hacer las revisiones, en total, obtuvieron un 5% de una población de 220 menores de edad de entre 6 y 10 años con antecedentes de glaucoma y campos visuales reducidos (Enfermedad del ojo caracterizada por un aumento de la presión dentro del globo ocular que causa un daño progresivo en la retina y a veces pérdida de la visión) y ante estos casos, se buscarán a oftalmólogos que puedan ayudar a los procedimientos apropiados para su tratamiento.

La directora de la escuela, Rosa Elvira Aguilar Guzmán, comentó que estas campañas son de mucho beneficio para la comunidad:

“Mis alumnos no tienen la posibilidad de realizarse este tipo de exámenes, es un gran beneficio y apoyo que la universidad venga y nos apoye. Aquí en la escuela tenemos muchas áreas de oportunidad, nuestros alumnos tienen muchas necesidades en cuanto a higiene, ayuda psicológica, por el mismo contexto donde se desenvuelven, el hecho de que se hagan este tipo de campañas es de gran aporte para todos los alumnos”.

Además, comentó que los padres de familia también han mostrado un gran interés y que, gracias a las campañas, se han tenido más asistencias escolares, puesto que, cuando las actividades se ven relacionadas directamente al beneficio de los menores o, dicho en sus propias palabras “se reflejan más en ellos” y que si bien existe todavía algún tipo de renuencia de parte de la comunidad, los padres están conformes con que los beneficios, cualquiera que lleguen a tener, se vean reflejados en beneficio para los alumnos.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *