• El gigante de américa llega a la laguna a contagiarnos de buen humor.
  • El público lagunero cantó al unísono con uno de los grandes del regional mexicano.

Rigo Emiliano Flores/ Torreón, Coahuila.

Este sábado 9 de octubre, el Coliseo Centenario de Torreón fue el escenario de una noche inolvidable para los fanáticos del grupo Bronco. La legendaria agrupación, ícono de la música regional mexicana, ofreció un espectáculo lleno de energía, nostalgia y emociones a flor de piel, demostrando una vez más su vigencia y conexión profunda con su público.

En punto de las 10 de la noche, las luces del Coliseo se apagaron para dejarnos en la grata compañía del gigante de América, iniciando con un video en las pantallas grandes, que nos recordaba que ésta también era la fiesta de su 45 aniversario.

La noche comenzó con uno de los clásicos más queridos de su repertorio, quizá el más querido: «Que no quede huella», el cual encendió de inmediato a la multitud que coreaba cada verso a todo pulmón. El Coliseo retumbó con el potente coro colectivo, mientras la banda interpretaba este himno del desamor que ha sido parte de la cultura popular mexicana desde hace décadas.

Sin dar un respiro, Bronco continuó con: «Que te han visto llorar», otra de sus baladas icónicas. Esta canción, con su carga de melancolía, hizo que el ambiente se tornara más íntimo y emotivo. Las parejas en el público se abrazaron, y algunos incluso comenzaron a soltar lágrimas, conmovidos por la fuerza emocional de la interpretación.

De los instrumentos de cada integrante de la agrupación comenzaron a salir las notas de una canción muy distinta a las primeras: “El Sheriff de Chocolate”, canción con la cual, el grupo logró mantener a todo el público en la palma de su mano, al punto de levantarlos de sus asientos para convertir el Coliseo en un escenario digno del mejor baile.

A lo largo del concierto, la agrupación demostró su versatilidad, alternando entre sus baladas románticas y sus temas más animados. Clásicos como: «Sergio el bailador», «Corazón bandido» y «Libros tontos» no faltaron en el repertorio, cada uno de ellos siendo recibido con la misma intensidad por parte del público. La voz de Lupe Esparza, líder y vocalista del grupo, resonó poderosa en cada interpretación, mientras que los demás miembros de la banda, René Esparza (hijo de Lupe), José Adán Esparza y Javier Cantú, aportaron su energía y talento a una presentación impecable.

El cierre de la noche no pudo ser mejor: «Con zapatos de tacón», un tema que hizo que todo el Coliseo se pusiera de pie para bailar y cantar. El gigante de América se despidió en medio de aplausos y gritos, dejando a sus seguidores con una mezcla de felicidad y nostalgia, y con la promesa de regresar pronto a Torreón para ofrecer otra noche de música y recuerdos.

Sin duda, el concierto de Bronco en el Coliseo Centenario de Torreón fue una velada especial, donde cada canción fue un recordatorio de la trayectoria de esta agrupación y de su capacidad para emocionar a generaciones de fans.

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