Por: Tania Campos Canseco
Hace unos años me salió en Facebook el post de una escritora española Jessica Gómez, me encantó su forma de escribir, de retratar lo cotidiano, de hablar con amor y humor acerca de la maternidad, las relaciones de pareja o el hecho de que su madre siempre le está pidiendo que por favor se peine.
Así empecé a seguirla, a buscar sus letras con ansias, de alguna manera, aunque no soy mamá, me veía reflejada en sus relatos, sus descripciones de los sitios a los que iba, de la gente con la que se topaba me transportan de inmediato hasta Asturias (aunque nunca he estado allá). Sus libros no todos han llegado a México, pero yo he hecho lo posible por conseguirlos, ¡que de algo sirva tener una hermana viviendo en España! ¿no?
Hay un texto precioso que escribió dentro de su colección de relatos “La mujer de a lado” y que dio la vuelta al mundo hasta que terminó en un cortometraje que hicieran unas jóvenes brasileñas (o tal vez portuguesas) basadas en ese relato que, por cierto, dio la vuelta al mundo en 2016, año en que Jessica lo compartió en sus redes sociales. Aquí el enlace al video:
En fin, hoy quiero hablarte de una de sus joyas más preciadas (al menos para mí) este pequeño libro de “autoayuda” se llama “Come chocolate y no discutas con idiotas. 52 tips para la paz mental”, y no me negarás que nomás con el título ya estás riéndote un poco.
La idea es que tomes cada uno de los 52 tips para vivir acorde a él una semana al año, y ¿cómo surgió esto?, dejo que la misma autora te lo explique:
“Así que un buen día me lie la manta a la cabeza y me propuse, firmemente, sacar provecho de todas las mierdas del día a día y sintetizar y escribir, durante un año entero, al menos UN aprendizaje cada semana: un tip para respirar hondo, sentir que llevo las riendas y hacerme ilusiones pensando que, cada vez, estoy un poquito más cerca de la paz mental”
El libro es simpático, te cuestiona, te refleja, te hace pensar si en realidad es menester echarse encima todos los problemas del mundo porque al fin y al cabo si “NO ES MI TIZA, NO ES MI PARED”, es decir que a veces nos encanta complicarnos la existencia así de a gratis, pero Jessica en su sabiduría te da lecciones para no olvidar.
El año pasado puso a la venta un estupendo libro llamado “Cómete el mundo y dime a qué sabe”, una colección de historias de 20 mujeres que podrían ser todas vecinas de un mismo edificio de departamentos, cada una con sus ires y venires, sus quehaceres, sus pesares, pero también sus momentos de relax, de dicha, de gozo, y como lo dije antes, Jessica hace magia con las palabras. Permite que te vayas involucrando poco a poco con sus personajes, y hasta te sientes una vecina más escuchando el chisme de viva voz de la portera.
El próximo 4 de octubre sale a la venta su nuevo libro “Me faltan horas y me sobran gilipollas”, ya reservé mi ejemplar por ahora en versión electrónica, ya se lo pediré a mi hermana cuando regrese a México, o chance me lo compro yo en mi próximo viaje a España.
Por mientras, te invito a seguir viajando conmigo en esta columna “De viajes y viajeros” y por si quieres seguir a Jessica Gómez, te dejo su página: https://www.facebook.com/jessicagomezal
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